Sin lugar a dudas, los dispositivos móviles son uno de los grandes protagonistas de nuestra sociedad actual … utilizamos cotidianamente teléfonos, tablets y relojes con conectividad inalámbrica a Internet.
Los últimos datos oficiales publicados sitúan a España a la cabeza del ranking europeo de penetración de smartphones, con casi un 80% y alcanzando todos los rangos de edad.
¿Cómo no aprovechar el potencial de estos terminales interactivos en beneficio de nuestra actividad?
¿Cómo dejar escapar la oportunidad que brinda el marketing mobile como generador de negocio?
¿Nos conformamos con conseguir, a través de la publicidad una tasa de recuerdo aceptable del nombre comercial, o queremos más?
Una adecuada integración de la cartelería digital y el marketing móvil permite crear experiencias personalizadas que van más allá de la mera emisión de contenidos multimedia.
Las empresas, cada día más, escapan de los monólogos, persiguen involucrar al público, que éste interactue con sus marcas, implicarlo hasta alcanzar el ansiado “engagement”.
Para conseguir la participación de la audiencia no basta con ofrecerle la posibilidad de descargar información en el móvil a través de los códigos QR; es preciso ser creativos, ofrecerle algo por lo que actuar.
Como hemos comentado en otros posts de este blog respecto de la importancia de los contenidos, en este caso ésta es aún mayor si cabe ya que son ellos los que invitan a los espectadores a la acción.
Ya estamos viendo esta interacción “cross media digital” con la introducción de las redes sociales en los sistemas de digital signage, haciendo al consumidor partícipe y protagonista al permitirle relacionarse desde sus terminales móviles y vincularse con el producto/servicio ofertado, creando un mensaje común.
No obstante las posibilidades que ofrecen las pantallas permiten ir más allá, profundizar en la complementariedad de estos dispositivos y los medios digitales, hasta conseguir una comunicación bidireccional, dando lugar a que el público se implique y también genere contenidos a partir de sus experiencias, opiniones y recomendaciones que incluso pueden convertirse en virales.
Fomentar esta motivación aumentará la fidelidad creando usuarios recurrentes que defiendan y se sientan parte de la marca y que, a su vez, nos puedan referir nuevos clientes.